La Haba
La Haba es un cultivo excelente para el jardín de temorada fresca. Fácil de crecer, actúa como un cultivo de cobertura porque mejora y protege a la tierra, no necesita abono, atrae polinizadores al principio de la temporada, produce comida nutritiva y es versátil en la cocina. Vicia Faba (frijoles de haba), de la familia de legumbres, llegó a América por medio de inmigrantes sicilianos.
Es un cultivo anual antiguo también conocido como frijol ancho, o frijol de campo. La planta es nativa de las regiones del mediterráneo, pero se usa en las cocinas de América Latina y Asia. La planta gruesa, erecta, y atractiva crece a una altura de 2 a 7 pies, con flores blancas o moradas. Las flores fragantes atraen polinizadores, y luego se convierten en vainas. Las habas maduras parecen frijoles de lima.
Siémbrelas en septiembre para cosecharlas al final del otoño, o en noviembre para cosecharlas al comienzo de la primavera. Siembre las semillas a 1 a 2 pulgadas de profundidad, con 6 a 8 pulgadas de espacio entre las plantas. Las plantas resisten la escarcha hasta 21°/-6°C.
En todo el mundo, la haba se hierve, se hornea, se sofríe, se machaca, con unos platos tan simples como habas hervidas servidas con sal y mantequilla.
Las habas jóvenes aun no han desarrollado una cáscara, o la piel delgada que envuelve el frijol. Las habas más maduras tienen esta cáscara, que la mayoría de cocineros prefieren quitar. Muchas recetas recomiendan pelar las habas crudas, o brevemente sumergir las habas cocinadas al vapor en agua con hielo para quitar las cáscaras fácilmente al frotarlas.
Las habas frecuentemente son sembradas para mejorar la calidad de la tierra ya que las raíces tienen nódulos que “fijan” nitrógeno en la tierra. Adémas, la plantas robustas protegen la tierra del viento y del impacto de la lluvia. Después de cosechar los frijoles, la planta se puede usar como biomasa para la composta.