Caracoles y babosas
Los caracoles y las babosas salen de noche de sus escondites y dejan agujeros en hojas y flores. Los dos se parecen en estructura y biología, excepto las babosas no tienen la concha exterior en espiral. Su control requiere diligencia y un método integrado que incluya la eliminación de escondites y lugares húmedos, el uso de trampas y barreras y removerlos a mano. Las trampas de cebo pueden ser útiles, pero por si solas, no proveen suficiente control en jardines que ofrecen albergue, alimento y humedad en abundancia.
¿Cómo sé que el daño es causado por caracoles y babosas?
- Al principio, tal vez no se percate de la presencia de estas plagas pues se alimentan de noche y se esconden durante el día. Para verlas en acción, salga de noche o temprano en la mañana.
- Otras plagas pueden causar agujeros en las hojas, flores y frutas. Busque las huellas de baba brillantes que dejan.
¿Qué puedo hacer para deshacerme de caracoles y babosas?
- Elimine los escondites que usan durante el día: las hiedras, zonas con maleza, desperdicios o tablas.
- Quite con regularidad los caracoles que encuentre en escondites que no pueda eliminar como rebordes, travesaños en cercas y vallas, así como la parte inferior de terrazas y en medidores de agua y electricidad.
- Ponga trampas en el jardín y deseche diariamente los caracoles y babosas que queden atrapados.
- Disminuya las superficies húmedas usando un sistema de riego por goteo o regando en la mañana en vez de más tarde en el día.
¿Cómo puedo controlar los caracoles y babosas sin usar pesticidas?
- Antes de plantar, asegúrese que no haya moluscos en el jardín. Luego ponga una barrera de cobre alrededor de los canteros. Use franjas de cobre de 4 a 6 pulgadas (10 a 15 cm) de ancho, entierre una pulgada bajo el suelo y doble la parte superior.
- Escoja el lugar más soleado para su jardín. Quite objetos de jardín, plantas adyacentes o cultivos de cobertura que puedan ofrecer un refugio sombreado. Elimine superficies húmedas lo más que pueda.
- Construya una trampa con una tabla de 12 por 15 pulgadas, y pongala elevada sobre rieles de 1 pulgada de alto. Quite y mate diariamente los moluscos que se acumulen en la parte inferior de la tabla.
Los cebos de fosfato de hierro no son peligrosos para niños, perros o vida silvestre. Los de metaldehído sí son peligrosos.